Lo sorprendente no es esto, sino el valor de las entradas para acceder al evento. Un general de pie sale 150 pesos y una entrada preferencial llega hasta la sideral suma de ¡230! pesos. Parecen precios de otro país, pero no, esto es Argentina.
Uno sabe que hay inflación, que las cosas aumentaron mucho en los ultimos meses y que ir a un recital no sale lo mismo que hace unos años…pero pagar 150 pesos por un banda nacional más alla de que se trate de Divididos parece una locura…
Uno siente aprecio por el grupo pero también debe discernir las cosas y hablar sin el fanatismo encima.
¿Quién es el responsable de todo esto?, ¿La organización?, ¿La banda?, ¿El público?.
"El mundo gira igual, de culpas y de mitos de hambre y de amor"…
Para pensar…
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