viernes, 15 de octubre de 2010

Detrás de las tapas de Divididos (Parte 3)

Hoy: 1999, Narigón del siglo y Viveza Criolla.

1999



Con el décimo aniversario de Divididos se edita un nuevo compilado de grandes éxitos. Imágenes desgarradas y tratamientos gráficos caóticos en negro y sepia refuerzan el concepto de que la música que ilustra es arrolladora. La imagen de tapa muestra dos pies con borcegos, sobre un piso de madera. Entre ellos descansa una pelota de tenis escrita con marcador. ¿Los pies de Mollo? ¿Militares? Quién sabe, toda interpretación es válida en el arte de tapa de esta banda. ¿Y la pelotita? Capaz que le gusta el tenis.

Narigón del siglo (2000)



El famoso disco verde de Divididos aparecía en escena con un concepto gráfico poco convencional en el género. Una búsqueda más sintética por parte del diseñador Alejandro Ros (responsable de las mejores piezas gráficas del rock nacional) reflejaba una nueva propuesta en el aspecto musical por parte del trío. Divididos exploraba nuevos sonidos y la gráfica bien lo representaba. El uso de tintas especiales (verde radiante) permitía distinguir los discos originales de los truchos a kilómetros de distancia. La piratería estaba en crecimiento constante y los sellos veían en diseños "costosos" una nueva manera de combatirla. El dibujo de tapa, un garabato gestual realizado por Diego Arnedo (autor de todos los dibujos internos), ofrecía un contraste sobre un fondo plano casi flúo. En la primera edición la caja de plástico estaba cubierta por una de cartón que hacía que la nariz del personaje creciera mientras se abría lateralmente. Las fotos del interior de Nora Lezano muestra a los miembros del grupo vestidos de negro, como si fuera una barrera ante un tiro libre.

Viveza criolla (2000)



El primer disco en vivo de la banda, que recopila momentos de recitales en Obras y Vélez, tiene en su tapa una fotografía picaresca que define el concepto de vivo con una cuota de humor que respalda el título del disco. El humo de una bengala hace de gas luminoso que sale de entre las piernas abiertas de un fanático que está boca abajo en pleno pogo. El caso Cromañón hizo que la tapa cambie su mensaje hacia un polo más negativo, aunque los factores visuales de el disco no interceden el contenido artístico del mismo. El planteo gráfico, nuevamente a cargo de Alejandro Ros, propone otro "chascarrillo" gráfico en el interior: al tratarse de un álbum doble utilizan la sigla D1 y D2 para diferenciar los discos, en el impreso de fondo (debajo del plástico transparente) aparece un D3 sobre la foto de un platillo de batería, cual disco de bronce que completa el trío. Viveza criolla que
le dicen.

Fuente

1 comentario:

  1. Excelente tapa la de Viveza criolla!

    Igual en la tapa de "10" se sabe que son las gambas del Cóndor, hay una foto de cuerpo entero que lo demuestra, abrazo

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